El título del post puede que sea un poco agresivo pero define bien lo que hoy vengo a contaros. He decidido que uno de los post que publique al mes sea para dar mi humilde opinión y conseguir, o al menos intentar, iluminar a alguien y salir un poco de temas más propios de una clase de psicología, a temas en los que pueda escribir mas abiertamente y aportar un poco de mí.
Como una famosa marca de bebida decía antes de "venirse arriba" ;): "El ser humano, es extraordinario" Tenemos una capacidad increíble de crítica (que no autocrítica) la cual ponemos de manifiesto cada vez que podemos, y nos encanta. Hablar, por ejemplo, de lo bien que da la clase un profesor nos puede llevar cinco minutos de charla pero criticar a aquel que no sabemos si se ha sacado el título en la tómbola, nos encanta. Podríamos estar debatiendo acerca de su incompetencia horas y horas, indignados, pero satisfechos por desahogarnos.
Nos gusta criticar.
Nos gusta quejarnos.
Pero, ¿actuamos?, ¿decidimos intervenir para cambiar aquello que criticamos? La mayoría de las veces no. Bien sea por miedo a represalias o por conformismo, nuestras quejas no llegan a más. Es como el que se queja de estar gordo; no se fijan en mí, no encuentro ropa, no puedo caminar mas de quinientos metros sin asfixiarme... Pero amanece otro día y ni come mas sano, ni hace ejercicio. Y es que quejarse es lo fácil, pero actuar ya es harina de otro costal. Esperamos a que otra persona encienda la chispa y entonces le seguimos pero no nos planteamos ser ese detonante.
Si tu queja tiene fundamento, si la situación que criticas es realmente injusta, si has comprobado que no es solo cosa tuya, si ves que cae de maduro, ¿a que esperas? Tendemos a conformarnos con lo que hay sabiendo perfectamente que, cambiando esa situacion tóxica, las cosas irán mejor. Es curioso como muchos se extrañan de que, dada la situación que se está viviendo en España, la gente no haya tomado la bastilla como quien dice. Y luego, nosotros mismos, somos incapaces de protestar y luchar por situaciones injustas que tenemos en nuestra vida cotidiana.
¿Cómo vamos a tomar el congreso si no tenemos agallas de tomar nuestra casa, nuestro trabajo o nuestra clase?
"El que no llora no mama" yo la cambiaria por "
El que no lucha no gana" Sentarnos a esperar si la situación cambia por si sola o esperando a que llegue ese "Sinsajo" al que seguir, no vamos a ninguna parte. Parece que la tendencia es formar parte del rebaño, pero no uno cualquiera, un rebaño mal pastoreado cuyas ovejas se conforman con ser tan mediocres como las demás.
No todos podemos ser emprendedores, está claro que debe haber tanto gente que luche como gente que se deje llevar. La mediocridad es necesaria pero, no temais, el mundo no va a quedarse jamás sin gente mediocre, ¿no veis las audiencias que tiene telecinco? En ese sentido podemos estar tranquilos. Ahora tenemos que decidir si queremos ser personas con algo que decir y que aportar o si queremos ser gente que se traga todo lo que le dicen y aceptan sin cuestionarse nada.
Cuántas veces habremos escuchado aquello de "a mí, mientras me paguen..." o "yo, mientras ponga los examenes fáciles..." Esas frases inacabadas acompañadas por un encogimiento de hombros cuyos puntos suspensivos ocultan algo así como: "...dejo que me hagan lo que quieran" (por ponerlo finamente)
Si trabajas únicamente por dinero y estudias únicamente para aprobar, bravo, vas por el buen camino. Pero si buscas la realizacion en tu trabajo o si buscas aprender, debes cambiar el chip.
Pon ilusión en aquello que te aporte un beneficio que tú valores como tal, ¡el que sea! Si sientes que haces algo para nada, ¿te compensa perder el tiempo?
Una de las claves de tu vida debe ser amar y sacar algún provecho lo que haces. Ya sea trabajando, estudiando o quedando con un amigo para tomar unas cañas. Que sí, que muchas veces tenemos que hacer cosas que no nos apetecen o no nos gustan pero si el fin es alcanzar una meta que nos va a hacer sentir bien, felices y realizados, ¡metámosle caña e ilusión! Para lograr esas metas que tanto deseamos y que tanto cuestan hace falta actitud y organización y esas dos cosas no nos las va a aportar nadie, debe partir desde nosotros mismos.
Tenemos mucho que decir y que ofrecer, ¡no te infravalores! ¡Empieza hoy! ¡Esta misma tarde! ... a no ser que te venga mal porque vas a ver el Salvame, en ese caso ya mañana si eso...